dissabte, 24 d’abril del 2010

Semana Santa en Lorca

Aquesta entrada esta escrita en Espanyol perquè la família de Lorca l’entenguí

Viaje a Lorca en Semana Santa

En varias ocasiones aviamos planificado este viaje pero por causas diversas no lo realizamos pero por fin este año si, la cuestión es que nos juntamos la familia Sánchez Milán , la familia Juriol Sancliment y la Bea, la Salvadora y yo en Ramón, salimos a las ocho de la mañana del miercoles en dos coches menos en Toni que no pudo incorporarse por el trabajo, teniendo que coger el tren al final de la tarde asta Alicante donde el Pascual lo recogió para llevarlo a Lorca .

Cogimos la autopista haciendo la primera parada a la altura de Castellón para almorzar, continuamos y haciendo otra parada a la altura de Valencia para estirar las piernas y hacer las necesidades correspondientes ,siguiendo el camino asta el área de servicios de Alicante en donde comimos y descansamos un poco de tanto coche.

Renovando el viaje llegando a Lorca sobre las siete de la tarde, allí nos esperaban las dos familias Hilario haciéndonos un gran recibimiento alojando a las dos familias Sancliment y Milán en el Hotel Palace de siete estrellas, habitaciones con vistas fuera de serie , Comedor de 18 tenedores, 24 cucharas y muchos palillos ,mejor imposible la Bea, la Salvadora y yo nos alojamos a casa de los padres de la primas Isabel y Mercedes sin estrellas pero si con buenos recuerdos y nostalgia.

Al día siguiente nos juntamos a la casa del Pascual para almorzar todos juntos viniendo también la prima Mercedes con su marido e hijos no faltando de nada en la mesa como es de costumbre aquí en Lorca, luego por la noche nos invitaron a ver las procesiones con asientos en tribunas y el viernes invitaron también a los dos matrimonios jóvenes, haciendo de canguro los abuelos hasta la salida de la procesión, quedando maravillados por el gran espectáculo y lujoso de todos los pasos de la procesión.

Los días restantes comimos en casa de Pascual y en casa de Antonio y el ultimo día cenamos todos juntos en casa de la Isabel pues la pobre no pudo estar todo lo que quería por nosotros pues eran días de trabajo para ellos y tal como están las cosas no se puede descuidar el negocio, en fin lo pasamos muy bien y el Domingo por la mañana salimos dirección a Barcelona teniendo un buen viaje y asta otro año si Dios quiere


A continuación veréis unas fotos ilustradas de nuestra estada en Lorca




Parada en un area de servicio para descansar y comer







Llegada a Lorca y recibimiento majestuoso de las familias Hilario








Presentación del Gran Hotel Palace de 7 estrellas con comedor de 18 tenedores, 24 cucharas ,30 cuchillos y muchos palillos








Encuentro muy emotivo de las dos primas después de mucho tiempo sin verse







Después de las madres encuentro de las dos sobrinas mirando la tele








Almuerzo especial para no engordar








La Bea celebrándolo con la bota de vino siendo amonestada por su hija la Tere








La Conchi explicando a la Salvadora todo el trabajo artesanal de los trajes y mantos de los Pasos







Bien sentados en las gradas para ver pasar la procesión








Uno de los tantos pasos que ay en la procesión con todo su esplendor y belleza







Héctor y Cristina Hablando con la Tere y Ramón el día de la comida en casa de Pascual







La Martina muy contenta llevando el perro de el Antonio en la finca de la Isabel







Los dos Hermanos haciendo una paella de Arroz en la barbacoa de la casa de Pascual








Haciendo el aperitivo en la terraza del jardín de Pascual esperando que el arroz este en su punto para comerlo






Bien sentados comiendo el arroz y alguna Haba en el comedor del Antonio celebrado los días que Hemos pasado todos juntos y buen provecho



Un pequeño reportaje de la Procesión del Jueves Santo Lorquino

La Semana Santa de Lorca (Murcia) es una de las más destacadas manifestaciones populares de celebración de la Semana Santa en España, habiendo sido declarada como fiesta de Interés Turístico Internacional en 2007.1
Al margen de la existencia de procesiones religiosas al modo tradicional, son los Desfiles Bíblicos Pasionales los que dotan a la Semana Santa lorquina de una personalidad única y diferente, con representaciones del Antiguo Testamento o de la simbología cristiana o con la participación de caballos y carros, así como carrozas de enormes dimensiones.
Los bordados en seda son también una característica destacada de los cortejos , marcados por una extraordinaria rivalidad entre dos de sus cofradías o pasos, el Azul y el Blanco.

Entre unos y otros se fue formando una escuela de bordado que, sujeta a materiales tan preciosos como la seda, el oro y la plata, desarrollaría un repertorio de técnicas exquisitamente difíciles y de composiciones tan efectistas como las de la mejor pintura académica. Los mantos de las imágenes, las capas de los jinetes, las vestimentas de todos y cada uno de los personajes y hasta los capirotes de los nazarenos son auténticos muestrarios de un arte delicadísimo y, al mismo tiempo, son la demostración de que la Semana Santa de Lorca es algo que va más allá de lo puramente teatral.
Aun cuando muchas de sus procesiones son más antiguas, la historia de los desfiles bíblicos-pasionales tal y como los conocemos se remonta a finales del siglo XIX, creciendo desde entonces hasta llegar al esplendor de nuestros días.
La Semana Santa de Lorca se organiza en torno a seis cofradías, llamadas "Pasos". Con todo, los Pasos Blanco y Azul capitalizan el protagonismo de esta Semana Santa y "dividen en dos" a los lorquinos en sonados enfrentamientos. Son los únicos pasos que incorporan caballos y grupos bíblicos en movimiento.


Las Cofradías de la Semana Santa Lorquina son:


· Real e Ilustre Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario (Paso Blanco)




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Hermandad de Labradores (Paso Azul)



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Archicofradía del Santísimo Cristo de la Sangre (Paso Encarnado)




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Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón (Paso Morado)




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Hermandad de la Curia (Paso Negro)




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Archicofradía de Jesús Resucitado





Historia del Castillo de Lorca
La amplia meseta donde hoy se sitúa el conocido como castillo de Lorca ha sido habitada desde la Prehistoria, como se documenta en los diferentes estudios arqueológicos que se han realizado en el lugar.
Existe al parecer una continuidad de establecimientos humanos desde el eneolítico hasta la actualidad. En este sentido, destaca la importancia que el emplazamiento ibérico tuvo en la Antigüedad, así como su progresivo desarrollo a través de los siglos hasta la conocida ciudad de Eliocroca, mencionada por las fuentes clásicas en los primeros estadios de la Era Cristiana.
Los siglos comprendidos entre el siglo IV y el VII incidieron en la consolidación de la antigua Lorca como la ciudad más importante de su entorno.

Expansión de la Lorca islámica

Al parecer, ya durante las primeras centurias de ocupación islámica se reforzaron las defensas muradas que delimitaban la ciudadela musulmana, enclavada de nuevo en lo más alto del cerro del castillo. Hacia el siglo IX la ciudad fue extendiéndose a través de determinados arrabales amurallados que se iban adosando a la fortificación principal, y que se fueron situando en las faldas del monte.
Los análisis históricos clásicos inciden en que la mayor parte de las murallas lorquinas fueron construidas durante el periodo almohade (s. XII), con lo que la ciudad reforzó su papel como importante puntal defensivo frente a las luchas internas y el peligro cristiano.

Conquista cristiana

Con la incorporación del Reino de Murcia a la Corona de Castilla, a mediados del siglo XIII, Lorca impulsó su protagonismo bélico al quedar en la vanguardia de la frontera frente al Emirato de Granada. Símbolo de poder, Alfonso X el Sabio ordenó la construcción de las grandes torres del homenaje del castillo lorquino, que no quedaron acabadas con el fin de la centuria, prolongándose de esta manera las obras durante décadas.
La ciudad y su fortaleza, al frente de un amplísimo término concejil, quedaron durante toda la Baja Edad Media como el sólido centro de la frontera de Granada en el reino de Murcia. Por su importancia estratégica, tanto militar como económica, Lorca fue la segunda gran ciudad del reino tras la capital murciana.
El núcleo representa muy bien la distribución social de los espacios en todo el territorio durante la Baja Edad Media, pues se trata de una población eminentemente urbana, concentrada tras la protección de las murallas y el castillo, ejerciendo una dominación intensiva sobre unos extensos campos deshabitados, que eran los que realmente marcaban la línea fronteriza entre el Islam y la Cristiandad.


La Torre Alfonsina

La Torre Alfonsina recibe su nombre del Rey Alfonso X que ordenó su construcción tras la conquista de la ciudad en 1244. Fue erigida en el punto más alto del cerro del castillo sobre los cimientos de otra torre islámica, de dimensiones más modestas, arrasada para su construcción.
La torre presenta planta rectangular, con unas dimensiones de 22,70 por 19'40 metros. Sus muros presentan un gran espesor de 4 metros que le permiten alcanzar casi los 30 metros de altura. El edificio se articula en 3 plantas y una terraza a los que se accede mediante unas escaleras que discurren en el interior del muro, quebrando en las esquinas del edificio. La estructura se apoya en un gran pilar central con unas dimensiones de 6 metros de largo por 3,25 metros de ancho.
Las plantas están cubiertas mediante bóveda esquifada realizada en ladrillo. En cada planta, que alcanza unos 8 metros de altura, encontramos ocho paños romboidales de bóveda, resueltos a modo de pechinas en sus esquinas.
La iluminación de las dos primeras plantas se realiza mediante 8 saeteras en cada una. En la tercera planta se abren cuatro grandes ventanales compuestos por un alfiz que enmarca un gran arco apuntado en cuyo intradós se dobla con otro algo más retranqueado.


La Torre del Espolón
La torre se sitúa en el extremo occidental del castillo. Su construcción fue paralela a la de su hermana la Torre Alfonsina, como demuestran las marcas de cantería coincidentes en ambas construcciones. Presenta una planta cuadrada de 13 metros de lado. Se articula en dos plantas cubiertas mediante bóveda de crucería en ladrillo con los nervios labrados en piedra, terraza almenada y aljibe en el sótano. La comunicación entre los distintos niveles se realiza mediante una escalera embutida en el muro que dobla en las esquinas del edificio, tal y como ocurre en la Torre Alfonsina. La iluminación interior se realiza mediante saeteras


ALBUM DE FOTOS SETMANA SANTA DE LORCA